En el
currículum tenemos la herramienta de comunicación escrita como pieza clave en
los procesos de búsqueda de empleo. Nos sirve para establecer el primer
contacto con las organizaciones donde nos gustaría trabajar, por lo que es
nuestro objetivo generar el interés de la persona que lo lee y conseguir que
nos concedan una entrevista de trabajo.
Por
ello a la hora de hacer un curriculum es
importante centrarse bien en el objetivo, en el para qué lo estamos haciendo,
tener presente el motivo que nos lleva a
redactarlo en ese preciso momento. Está bien tomarse un tiempo para
reflexionar, pensar qué queremos transmitir, qué hemos hecho, qué somos, qué
aportamos ( formación, experiencia, competencias personales y profesionales ) y
pensar en quién va a ser nuestro interlocutor.
Ello nos permitirá centrarnos en su redacción destacando
aquello que queremos resaltar, fijarnos en el detalle y con ello probablemente conseguiremos
transmitir aquello que queremos
comunicar.
Dando
énfasis aquellas cosas que creemos que darán a nuestro curriculum un valor
añadido que nos favorecerán en relación
al puesto de trabajo que nos
interesa. Si establecemos el objetivo y nos focalizamos en él seremos mucho más
concretos, ágiles y eficaces en su redacción.
Al hacer curriculum nos suelen asaltar mil dudas acerca de cuál será la mejor forma de hacerlo:
qué se ha de poner qué no, cómo ponerlo, donde ponerlo…y un sinfín de preguntas
y dudas que nos surgen y que en definitiva no hacen más frenar nuestra creatividad y desviar nuestra energía del
objetivo final.
Cuando nos focalizamos fluyen las ideas, vamos dando forma a todo el contenido y a la estructura
con una identidad propia. Utilizando este
canal creativo nos permitimos salir de las estructuras rígidas, no copiar lo
que hacen otros, y aun siguiendo con unas pautas establecidas, pues hay
información que es necesaria comunicar, a partir de allí tenemos que crear nuestro
propio estilo del curriculum con el que nos encontremos cómodos.
En cada palabra,
en cada comentario, en la fotografía y en cada raya que hacemos haya algo de
nosotros.
Y por ello no hace falta pensar que ha de ser superoriginal o muy
diferente, simplemente has de hacerlo tuyo, que sea como tú quieras que sea y pensando también en quién lo va a leer.
Cuando leo CV suele asomar esta singularidad y no pasa
imperceptible despertando interés a la hora de leerlo. En la mayoría de CV suele observarse estas
diferencias, detrás de cada CV hay un persona que nos está comunicando algo más
que el contenido en sí mismo en la propia manera de realizar su CV y, todos son
muy iguales pero a la vez todos son distintos y esta diferencia es la que, a
veces, nos hace elegir.
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.Albert Einstein |
Vale la pena dedicar tiempo a crear aquel estilo de CV que mejor se adapte a nuestra forma de ser, aunque copiemos modelos varios y sean similares unos y los otros, plasmar siempre en él nuestra identidad. Reflexionando sobre lo que hemos hecho en todos los ámbitos (profesionales i/o personales) y a través del autoconocimiento podremos extraer mejor nuestras potencialidades y nuestras cualidades que seguro que nos ayudará a la hora de plasmar nuestra identidad en el CV y con ello sumar oportunidades para ser más eficaz en la búsqueda de trabajo.
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