miércoles, 13 de junio de 2012

TALLER DE APLICACION PRACTICA PNL



Os presento un nuevo taller que realizaremos en Julio de introducción la disciplina terapéutica de la PNL (Programción Neuolingüistica)  y su aplicación a la vida cotidiana.
El taller será muy dinámico tratándose cuestiones concretas para mejorar temas como la ansiedad, estrés, miedos, trazarse objetivos nuevos que transformen nuestro estilo de vida y la hagan más saludable.
PNL Para la Vida Cotidiana

PNL PARA LA VIDA COTIDIANA


Al cuidado de: Carmen Boó y Montse Franco

Ofrecemos un taller para personas que deseen conocer la PNL (Programación Neuro Lingüística) y aplicarla a la cotidianidad.
Cada persona  tiene una particular visión de la realidad y una manera diferente de interpretarla, que se traduce  en un  diseño personal  de la trayectoria vital.
Según la huella que dejan las experiencias vividas y nuestros relatos sobre ellas podemos entrar en circuitos de bloqueo o malestar que se pueden corregir para mejorar nuestro ánimo y nuestra salud, así como nuestra vida.
Es nuestro deseo que el taller pueda aportar herramientas prácticas para poderlas aplicar a las situaciones que deseemos mejorar.
La PNL es un enfoque actual que se fundamenta en un conjunto de presuposiciones que se han revelado eficaces  para la comprensión del funcionamiento de las personas y sus modos de comunicación y cambio.
Aplicando sus técnicas nos  permitirá identificar los recursos personales, revisar nuestra creencias,  desarrollar y mejorar nuestras habilidades comunicativas identificar y mejorar la  relación tanto personal como con los demás.

Lugar: Un Espacio Propio. Centro Carme Boó. C/.Mallorca 169, 1º 2ª. Barcelona.

Fecha y horario: Jueves 5,12,19 y 26 de Julio,  de 10 a 13h.

Precio: 70€
Las personas que se encuentren en paro si presentan fotocopia de DNI y fotocopia de Papel de ACREDITACIÓN, “Hoja de demandante de ocupación” de SOC  (Servei d’ocupació de Catalunya)  podrán obtener un descuento de 20 euros en esta actividad. Es imprescindible esta acreditación.
Para Matrículas llamar al 669 940 261; 686 956 912; o bien enviar email a :

El sembrador de Dátiles

Recuerdo un cuento de Jorge Bucay  pensando en que solemos buscar resultados inmediatos y que  me gustaría compartir :

El sembrador de dátiles

En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas
palmeras datileras.
Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena.

-Que tal anciano? La paz sea contigo.
- Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea.
-¿Qué haces aqui, con esta temperatura, y esa pala en las manos?
-Siembro -contestó el viejo.
-Qué siembras aqui, Eliahu?
-Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.
-¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez.

-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.
- No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos...
-Dime, amigo: ¿cuántos años tienes?
-No sé... sesenta, setenta, ochenta, no sé.. lo he olvidado... pero eso, ¿qué importa?
-Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.

-Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.

-Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste - y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.
-Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tu me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavia no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.
-Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás más importante que la primera. Déjame pues que pague tambien esta lección con otra bolsa de monedas.
-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseché no solo una, sino dos veces.
-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte...

Jorge Bucay (Cuentos para pensar)